ANDAR SOBRE LAS AGUAS
Recibo un correo de una amiga, que me viene muy bien en este momento. Me recuerda que cada persona con la que nos encontramos está peleando su propia batalla y debemos ser bondadosos con todos. Me manda una foto muy bonita y me dice que la vida NO CONSISTE EN ESPERAR A QUE PASE LA TORMENTA, SINO EN APRENDER A BAILAR BAJO LA LLUVIA. Es lo mismo que me dijo mi maestro aquél día a las ocho de la mañana, haciendo el Camino de Santiago: estábamos todos arrugados, mirando el tremendo chaparrón que caía ¿cómo salir a andar en esas condiciones? Nos íbamos a empapar. Él, salió de su habitación sonriente y dijo: HOY VAMOS A ANDAR SOBRE LAS AGUAS.