Friday, October 22, 2010

ANDAR SOBRE LAS AGUAS



Recibo un correo de una amiga, que me viene muy bien en este momento. Me recuerda que cada persona con la que nos encontramos está peleando su propia batalla y debemos ser bondadosos con todos. Me manda una foto muy bonita y me dice que la vida NO CONSISTE EN ESPERAR A QUE PASE LA TORMENTA, SINO EN APRENDER A BAILAR BAJO LA LLUVIA. Es lo mismo que me dijo mi maestro aquél día a las ocho de la mañana, haciendo el Camino de Santiago: estábamos todos arrugados, mirando el tremendo chaparrón que caía ¿cómo salir a andar en esas condiciones? Nos íbamos a empapar. Él, salió de su habitación sonriente y dijo: HOY VAMOS A ANDAR SOBRE LAS AGUAS.

5 Comments:

Blogger Noite de luNa said...

Andar sobre ellas y gozarla es uno de mis placeres.

Un abrazo

3:48 AM  
Blogger francisco aranguren said...

Yo les tengo miedo: miedo a mojarme,a sentirme empapado. Pero es que tengo miedo a muchas cosas...Un abrazo.

3:36 PM  
Blogger Noite de luNa said...

A veces el destino se parece a una tormenta de arena que cambia de dirección sin cesar. Cambio el rumbo intentando evitarla. Entonces la tormenta también cambia de dirección y me sigue. Vuelvo a cambiar de rumbo. Y la tormenta vuelve a cambiar de dirección, como antes. Esto se repite una y otra vez como una danza macabra y maldita.
Creo que la tormenta no es que venga de fuera, ni de lejos y que no tenga relación conmigo misma. La tormenta soy yo misma. Es algo que está en mi interior.
Lo único que puedo hacer es resignarme, meterme de cabeza dentro de ella, taparme con fuerza los ojos y las orejas para que no se llenen de arena e ir atravesándola paso a paso.
Puede que dentro de ella no exista el tiempo, no haya dirección. Pasarla es lo importante.
Cuando haya pasado, ni yo misma comprenderé como lo he logrado. Ni estaré segura que haya pasado de verdad. Solamente tendré claro que cuando salga de ella, no seré la misma que cuando entré.

*Por si te sirve para algo.

Un abrazo

11:30 PM  
Blogger francisco aranguren said...

Vivir en la tormenta y hacerme uno con la tormenta: abrazar mi convulsión interior. Hacerme amigo de mis biorritmos, bromear con mis terrores, reirme de mis disfraces, ser consciente de mis artificios, compadecerme de lo predecible que es mi huida. Vivir mi tormenta como mi cara en el espejo: una evidencia permanente. No algo que vaya un día a terminar y dar paso al nirvana: el nirvana no existe sino en la fantasía. Existe la tormenta y me reconforto en mi capacidad de permanecer tranquilo en el ojo del huracán.

6:17 PM  
Blogger Noite de luNa said...

Justamente.

5:32 AM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home