LA PALABRA MÁS IMPORTANTE

Ahí está. El señor mayor. El hijo de familia pobre ("Jaramago" es un apodo bien humilde). El chaval que no fue a la Universidad. El hombre seco, austero. El hombre que, a los muchos años de escribir con honradez y laboriosidad, acaba triunfando. Un hombre sencillo laureado por la fama del mundo y triunfante en su vida privada, en el amor, con una joven compañera a su lado.

El hombre que conquista a tantas personas con su palabra, siendo él mismo, un ser sencillo que no condesciende a las tentaciones del mundo, que no accede a falsear su realidad. Que mantiene contra viento y marea sus convicciones políticas de siempre, que mantiene contra toda lógica su pesimismo. Por honestidad y sensatez.

El hombre para el que la palabra más importante que uno tiene que decirse a diario a sí mismo y a los demás es "No".